Soy orgullosamente egresada del Colegio de Bachilleres, plantel No. 17 en el D.F.; para ese entonces, cuando estudiaba el bachillerato, yo estaba convencida de que quería estudiar Historia. Pero cuando tuve que elegir la capacitación para el trabajo, en ese plantel sólo existían Biblioteconomía y Contabilidad y elegí ésta última (porque consideré la menos aburrida).
Pasó el primer semestre de la capacitación y pensé: - “No está tan mal”. Cuando ingresé al segundo semestre de la capacitación (5º.), tuve la suerte de encontrarme con una maestra de Contabilidad, que me impresionaba su forma de trabajar y de hacernos pensar, nos interesábamos tanto en la clase, que pasábamos noches sin dormir con tal de “que nos cuadraran las prácticas”, como decíamos los alumnos.
Desde ese momento me dije: “Yo quiero trabajar como esta maestra” y decidí cambiar de carrera de Historia a Contabilidad.
Inicié como profesora a los 26 años, cuando precisamente en mi plantel de egreso necesitaban a un profesor de contabilidad, realicé los exámenes e ingresé con un grupo, yo trabajaba en la iniciativa privada, poco a poco fui ganando más grupos en dos planteles y renuncié a la iniciativa privada, lo que me permitió estudiar una segunda carrera (Derecho).
Actualmente 38 horas/semana en la institución y me siento muy orgullosa de regresar a la institución que me formó, pero ahora como docente y compañera de trabajo de aquella profesora que me hizo cambiar de decisión en cuanto a profesión. Me da mucha satisfacción decir que “tengo la camiseta bien puesta”, pues estudié en el Colegio de Bachilleres y regresé a la institución para retribuir un poco todo lo que me brindó.
Reciban un cordial saludo y estamos en contacto.
Pasó el primer semestre de la capacitación y pensé: - “No está tan mal”. Cuando ingresé al segundo semestre de la capacitación (5º.), tuve la suerte de encontrarme con una maestra de Contabilidad, que me impresionaba su forma de trabajar y de hacernos pensar, nos interesábamos tanto en la clase, que pasábamos noches sin dormir con tal de “que nos cuadraran las prácticas”, como decíamos los alumnos.
Desde ese momento me dije: “Yo quiero trabajar como esta maestra” y decidí cambiar de carrera de Historia a Contabilidad.
Inicié como profesora a los 26 años, cuando precisamente en mi plantel de egreso necesitaban a un profesor de contabilidad, realicé los exámenes e ingresé con un grupo, yo trabajaba en la iniciativa privada, poco a poco fui ganando más grupos en dos planteles y renuncié a la iniciativa privada, lo que me permitió estudiar una segunda carrera (Derecho).
Actualmente 38 horas/semana en la institución y me siento muy orgullosa de regresar a la institución que me formó, pero ahora como docente y compañera de trabajo de aquella profesora que me hizo cambiar de decisión en cuanto a profesión. Me da mucha satisfacción decir que “tengo la camiseta bien puesta”, pues estudié en el Colegio de Bachilleres y regresé a la institución para retribuir un poco todo lo que me brindó.
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